En una tarde marcada por el compromiso de los espadas y el juego dispar de los toros de Valdefresno, el nombre propio fue el de José Fernando Molina, que rozó el triunfo grande en su tercera comparecencia en Madrid. Con raza, temple y una actitud irreprochable, el albaceteño conquistó al público venteño, que le obligó a dar una vuelta al ruedo con sabor a oreja.
El primero de su lote, sin clase ni entrega, no permitió más que una faena de probaturas. Pero fue en el sexto donde emergió la verdad del toreo. Molina se plantó con seguridad, ligó series por ambos pitones con profundidad y ritmo, y exprimió al toro en una faena de creciente emoción. Sonaron los olés, vibró la plaza, y solo la espada le robó una oreja que tenía ya en el esportón. Aun así, el reconocimiento unánime del público se tradujo en una vuelta al ruedo sincera, de las que pesan.
Luis David, que regresaba tras varios años de ausencia, mostró solvencia y oficio, especialmente con su primero, al que entendió bien por el derecho. Faltó rotundidad en ambos trasteos y el mal uso de los aceros acabó diluyendo sus opciones.
Christian Parejo, el más joven del cartel, se fue con la oreja del quinto tras una faena en la que puso ganas, determinación y gusto, especialmente al natural. La espada, esta vez certera, hizo posible el premio. En su primero, algo más deslucido, dejó detalles sin poder alzar el vuelo.
La corrida de Valdefresno, bien presentada, tuvo toros con movilidad pero escasa transmisión, destacando el sexto por su mayor entrega y ritmo. Un encierro exigente, donde no valía disimular.
Ficha del festejo
Madrid, domingo 22 de junio de 2025. Plaza de toros de Las Ventas. Media entrada en tarde calurosa.
Toros de Valdefresno, bien presentados, de juego variado. Destacó el sexto.
Luis David, silencio y silencio.
José Fernando Molina, silencio y vuelta al ruedo.
Christian Parejo, silencio y oreja.