Navalón incendia Alicante con raza y entrega, ante un imponente Roca Rey

En el primer gran cartel de la Feria de Hogueras de Alicante, con un lleno hasta la bandera y ambiente de las grandes citas, Samuel Navalón se llevó las miradas, los aplausos y el reconocimiento de una afición entregada a su valor. Frente a dos figuras del toreo como José María Manzanares —profeta en su tierra— y Andrés Roca Rey —ídolo de masas—, el joven torero de Ayora se abrió paso a base de raza, actitud y verdad.

La tarde comenzó con un lote de Victoriano del Río y Toros de Cortés bien presentado pero de juego desigual. Manzanares sorteó dos toros exigentes. Al segundo de su lote, tras una faena sobria con momentos de gusto, logró arrancarle una oreja. En su primero saludó desde el tercio.

Roca Rey volvió a encender la plaza. En el segundo de la tarde firmó una faena llena de entrega y pasajes de gran emoción. Tras una estocada, el público pidió con fuerza la segunda oreja, que el presidente no concedió. Las protestas fueron sonoras y el limeño dio dos vueltas al ruedo en medio de una ovación clamorosa. Su segundo toro, protestado por invalidez, fue devuelto, dejando sin posibilidad de redondear el triunfo.

Samuel Navalón salió a por todas desde que se abrió de capote con cuatro largas cambiadas al hilo de tablas, para después bordar las verónicas y rematar con chicuelinas y tafalleras. La plaza se vino abajo. En banderillas hubo emoción, y con la muleta firmó una faena de enorme intensidad: firmeza, colocación, temple, y sobre todo, actitud. Toreó con el alma y con el cuerpo. La entrega fue tan rotunda que resultó cogido en el epílogo de su labor. Aunque herido, no quiso marcharse sin pasar por el público, y su salida a la enfermería fue una de esas que quedan grabadas por el eco de la ovación.

Navalón demostró que está preparado para asumir plazas y tardes de máxima exigencia. Lo suyo no fue casualidad ni fortuna: fue capacidad, voluntad y corazón.

Ficha del festejo
Plaza de Toros de Alicante. Primera de abono de la Feria de Hogueras. Lleno de «No hay billetes».
Se lidiaron toros de Victoriano del Río (1º, 2º, 3º y 6º) y Toros de Cortés (4º y 5º), bien presentados y de juego variado.

José María Manzanares: saludo desde el tercio y oreja.

Andrés Roca Rey: oreja con fuerte petición de la segunda y dos vueltas al ruedo; ovación tras devolución del 5º.

Samuel Navalón: ovación con fuerte petición y paso por la enfermería.

Incidencias: Navalón fue cogido de forma fea en su primer toro y pasó a la enfermería tras la faena.
Cuadrillas: destacaron en banderillas Vicente Herrera y Pascual Mellinas en el tercero.

Conclusión: Alicante vivió una tarde de altos vuelos. La figura de Roca Rey mantuvo el pulso del toreo de masas, Manzanares cumplió en casa, pero el nombre que hoy se graba a fuego en la memoria es el de Samuel Navalón, que toreó como se sueña y cayó como se levantan los que están llamados a ser figuras.