Una vez más los aficionados taurinos echaron la pata pa adelante cuando se trata de ayudar a una causa benéfica, cubriendo las 2/3 partes del coso de la calle de la feria.
A pesar del frío que ayer pasamos, el público no abandono sus localidades, «calentándose» por lo que se vio en el ruedo, donde pudimos presenciar dos hechos históricos, una despedida y un debut.
La despedida correspondió al maestro Enrique Ponce, que aunque sea valenciano de nacimiento, bien podría ser albaceteño, por el cariño que se le tiene y la infinidad de paseíllos hechos en la plaza de toros de Albacete, ya fuera, festivales, corridas de Asprona o festejos «normales», hace unas semanas escribíamos sobre Ponce y Albacete.
La presentación correspondio a cargo del novillero salmantino, Marco Pérez, que cayó de pie, cortando los máximos trofeos en su primer paseillo en esta plaza.