Foto Mariano Giménez

«Gastasuelas» un indulto con polémica

El 15 de septiembre de 2006, la Plaza de Toros de Albacete fue testigo de un acontecimiento historico: el indulto de «Gastasuelas», un toro negro de 525 kilos perteneciente a la ganadería del Marqués de Domecq, por parte del diestro Antonio Ferrera, después de 36 años, que no se concedia un indulto en el coso de la calle de la feria, siendo aquella tarde indultado un toro de la ganadería del conde de la corte a manos de «Miguelín».

La faena de Ferrera destacó por su entrega y espectacularidad, especialmente en el tercio de banderillas, donde colocó cuatro pares, incluyendo quiebros de espaldas. Durante la lidia, «Gastasuelas» mostró una embestida fija y codiciosa, cualidades que llevaron al público y al torero a solicitar el indulto.

Sin embargo, la decisión generó controversia. Según el reglamento taurino, para considerar el indulto, el toro debe ser probado en al menos dos encuentros con el caballo, permitiendo evaluar su bravura y fuerza. En este caso, «Gastasuelas» solo tuvo un breve encuentro con el picador, del cual salió rápidamente sin recibir una vara completa. A pesar de ello, la presidencia atendió la petición del torero y una parte del público, concediendo el indulto.

Este indulto se suma a otros pocos registrados en la historia de la Plaza de Albacete. Anteriormente, en 1968, se indultó un toro del Conde de la Corte tras una faena de Miguel Mateo «Miguelín». Sin embargo, en aquella ocasión, el toro fue probado en el caballo de manera más rigurosa, cumpliendo con los requisitos establecidos.

La actuación de Antonio Ferrera fue reconocida con dos orejas y rabo simbólicos, premios que algunos consideraron excesivos debido a las circunstancias del indulto. Por su parte, Miguel Abellán y Salvador Cortés completaron el cartel, enfrentándose a toros de comportamiento variado, con resultados dispares en sus respectivas faenas.

Este evento reavivó el debate sobre la aplicación rigurosa del reglamento taurino y la importancia de evaluar adecuadamente la bravura del toro en todas las suertes, para preservar la integridad y esencia de la fiesta.

Como curiosidad cabe destacar, que este mismo toro que fue indultado el 15 septiembre, estuvo enlotado el día de antes en el lote del diestro Serafín Marín, pero fue suspendo el festejo tras el cuarto toro por lluvia, pasando a lidiarse el toro que estaba previsto en sexto lugar el día 15, a ser cuarto de la tarde el día 15 y siendo indultado por el diestro extremeño, que en un principio no estaba anunciado en la feria y entró por la via de la sustitución en ese cartel, sustituyo al lesionado Matías Téjela.

En la octava de feria, con algo más de media plaza, se han lidiado toros del Marqués de Domecq y el sexto de Casa Domeq, bien presentados, salvo el segundo, de poca presencia. Los tres primeros descastados; el quinto, molesto; el sexto, noble. El cuarto, indultado.

Antonio Ferrera solo ha podido mostrar voluntad con su primero y tras un bajonazo ha tenido aviso con ovación. Con el indultado se lució en banderillas, con quiebros incluso de espaldas. La faena fue muy entregada y acelerada. Conseguido el indulto, siguió toreando, ya más reposado. Dos orejas y rabo simbólicas que fueron otro exceso.

Miguel Abellán quedó inédito. No pudo hacer nada con su primero, manso, y se encontró con demasiados calamocheos en el quinto; silencio y ovación.

Salvador Cortés, voluntarioso con el descastado tercero y entregado con el que cerraba plaza, en una faena a más que terminó con emocionantes manoletinas y bernadinas, alternativamente. Estocada y una oreja.

Aquí el histórico momento narrado en directo en los micrófonos de Radio Albacete – Cadena Ser ( Manuel Molés, Ángel Calamardo y David Casas )

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