EL LITRILLO
EMILIO MARTÍNEZ
Albacete – 09 SEPT 1987
Novillos de El Torero, pequeños, excepto el cuarto, flojos y noblotes. Rafi de la Viña: ovación en los dos. Litri: división. Oreja. Rafi Camino: ovación en los dos. Albacete, 8 de septiembre, primera de feria.
Lo característico del toreo del Litri, heredada de su padre, es el fitrazo. Cuando la realiza ante novilletes, como ayer, el aumentativo sobra. Más bien debería llamarse el litrillo. En el festejo que abrió la feria en Albacete, lo que salió por los chiqueros fue pequeño y falto de trapío e inválido, en su primera parte. En la segunda, excepto el cuarto, sólo eran pequeños e inválidos.
La terna tiene demostrado, en plazas de categoría, poderle a los novillos grandes. Sin embargo, en el resto de cosos, suele aliviarse. Así sucedió ayer. La fiesta careció de emoción. La única oreja la cortó el hombre de los trazos -algunas veces- y los litrillos -las más-. Fue en su segundo novillete, al que comenzó y acabó toreando de rodillas, con mucho valor. En el intermedio intercaló algunos redondos, con la suavidad y la lentitud del temple. Con la babosilla segunda estuvo tan fácil como vulgar.
Rafi Camino se hartó de torear de salón, con la franela a media altura, para que sus inválidos no rodaran por los suelos. Rafl de la Viña, pechó con el único novillo presentable, su segundo. Se mostró acelerado y queriendo hacer todo a la vez. No hizo casi nada, salvo demostrar sus ganas. El novillo merecía un toreo en primera, y el diestro pisó demasiado el acelerador. Con la cabrita burraca que abrió plaza no se acopló, dada su debilidad.
Fuente El Pais.com
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