Foto Mariano Giménez

Manolete en Albacete: Diez Tardes de Leyenda

Manuel Rodríguez Sánchez, el inmortal «Manolete», dejó una huella indeleble en la Plaza de Toros de Albacete, donde actuó en diez ocasiones entre 1940 y 1945. Su primera actuación, el 10 de septiembre de 1940, marcó el inicio de una relación especial con esta arena manchega, que sería testigo de la grandeza de uno de los toreros más importantes de la historia de la tauromaquia.

La despedida de Manolete en Albacete tuvo lugar el 12 de septiembre de 1945, en una corrida histórica que reunió un cartel de lujo: Carlos Arruza, Emiliano de la Casa «Morenito de Talavera», y un joven Luis Miguel Dominguín, quienes compartieron ruedo con el maestro cordobés. Fue una tarde cargada de emoción y simbolismo, donde Manolete volvió a demostrar su toreo vertical, solemne y puro, conquistando los corazones de los aficionados locales.

Manolete y su impacto en Albacete
La plaza de Albacete se llenó cada vez que el «Monstruo de Córdoba» se anunció. Su estilo, marcado por la quietud, el temple y la entrega absoluta, cautivó al público manchego. En sus diez tardes, Manolete ofreció momentos memorables, destacando su habilidad con los naturales y las célebres manolinas, que encarnaban su concepto clásico y profundo del toreo.

La última tarde, preludio de la leyenda
Dos años antes de la fatídica tarde del 28 de agosto de 1947 en Linares, Manolete vivió su última actuación en Albacete. Aquel 12 de septiembre, lidió con maestría un sobrero de Esteban González, sustituyendo a un toro de Pérez Tabernero. El maestro bordó una faena inolvidable, recibiendo como premio las dos orejas y el rabo, mientras el público lo despedía con una ovación que parecía no acabar.

Por su parte, Carlos Arruza brilló con una faena grandiosa, mostrando un arte y valor que hicieron vibrar los tendidos. Los jóvenes Morenito de Talavera y Luis Miguel Dominguín también dejaron su impronta, aunque la tarde estuvo marcada por la sombra alargada de Manolete, que eclipsó a todos con su carisma y técnica.

El legado de Manolete en la Plaza de Albacete
La relación entre Manolete y Albacete trasciende las estadísticas. Su paso por esta plaza consolidó su figura como un torero universal, capaz de emocionar a todos con su toreo solemne y auténtico. Cada tarde en Albacete fue un capítulo más en la construcción de su leyenda, que se consolidaría tras su trágica muerte en Linares.

Hoy, el nombre de Manolete sigue vivo en Albacete, donde su memoria perdura como ejemplo de grandeza taurina. Las diez tardes del maestro cordobés son parte de la historia grande de esta plaza, que se enorgullece de haber sido testigo de su arte eterno.

.

Toros-1945

La crónica de la Revista El Ruedo sobre la tarde del 12 de septiembre de 1945 en Albacete ofrece un análisis detallado de las actuaciones de los toreros y las circunstancias de la corrida. Destaca que, a pesar de la expectativa generada por la presencia de figuras como Manolete y Carlos Arruza, el conjunto del espectáculo no cumplió plenamente debido al desigual comportamiento de los toros de Pérez Tabernero.

Manolete estuvo a la altura de su leyenda, especialmente en su segundo toro, un sobrero de Esteban González, donde desplegó su maestría con naturales y manoletinas que le valieron las orejas y el rabo como premio. Por su parte, Carlos Arruza brilló con una faena memorable en su segundo, un toro bravo al que lidió con gran arte y valor, obteniendo dos orejas, el rabo y una pata. El público reconoció su esfuerzo con continuas ovaciones. Sin embargo, la corrida en su conjunto no respondió a la expectación inicial, en parte por el juego irregular de los astados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *