La localidad francesa de Beziers acogió una novillada matinal que reunió a un público numeroso y expectante, en la que se lidiaron erales del hierro Colombeau, animales complicados que marcaron la dificultad del festejo y deslucieron en cierta medida la tarde.
Entre los jóvenes espadas participantes, Álvaro Castillo, alumno de la Escuela Taurina de Albacete, se convirtió en el protagonista de la jornada. Su labor destacó por el temple y la profundidad de sus tandas, consiguiendo que el público vibrara con su toreo. Pese a que el uso de la espada no le permitió cortar trofeos, Castillo fue reconocido con saludos desde el tercio tras escuchar un aviso y se le declaró triunfador del festejo.
El resto de los novilleros tuvo actuaciones más discretas: Marco Polope, de Valencia, y Bruno Martínez no lograron imponerse frente a sus erales y fueron silenciados tras recibir dos avisos cada uno. Manuel Fuente, por su parte, no encontró opciones con su novillo y su labor pasó inadvertida ante los espectadores.
La tarde en Beziers dejó una imagen de esfuerzo y superación de los jóvenes valores, con Castillo como gran protagonista, demostrando que su progresión en los ruedos sigue firme y con gran proyección para el futuro.