Foto Mariano Giménez

Oreja para Molina en Azpeitia

La tarde tuvo filo. No fue de pañuelos fáciles ni de músicas condescendientes. Azpeitia, fiel a su seriedad, fue escenario de una corrida de toros que exigió profundidad, verdad y aguante. Los toros de Ana Romero, de buena lámina, se comportaron como un bloque de granito: duros, nada complacientes, con genio y escasa entrega. En ese ambiente de prueba se forjaron pasajes de enorme interés, otros de lucha desigual, y alguno –pocos– que alcanzó vuelo.

Morenito de Aranda fue el diestro más solvente del cartel. Su oficio, sobriedad y compostura sobresalieron especialmente en su segundo turno, frente a un toro que se vino siempre por dentro y al que le extrajo muletazos de enorme mérito, en una faena que pesó por su pulso y claridad. Supo esperar al toro, no darle ventajas, y ligar cuando el animal lo permitió. Antes, con el que abrió plaza, también dejó pasajes de suavidad, aunque algo más desdibujados. No hay duda de que su poso como torero maduro marcó diferencias. Cortó una oreja y dio una vuelta al ruedo con fuerza.

El joven Molina dejó grata impresión. El sexto, con un punto de aspereza y poca entrega, encontró enfrente a un torero valiente, que no se achicó y construyó su obra a base de aguante y querer. No fue faena redonda, pero sí sincera. La estocada le permitió pasear un trofeo. Su primero le planteó aún más problemas. Fue un toro sin claridad, que protestó y buscó los tobillos. Ahí, el albaceteño tiró de firmeza, sin descomponerse, ganándose una ovación ganada por su actitud. Un debut esperanzador.

Damián Castaño lidió con dos toros de poco fuelle y bastante sentido. Con el segundo logró hilvanar una labor seria, sin adornos, buscando el fondo que tenía el animal, pero la espada le negó lo que parecía ganado. En el quinto firmó una actuación de esas que solo entienden los buenos aficionados: lidiadora, técnica, con pasajes de poder sin alharacas. Sin embargo, de nuevo, la espada fue su cruz. Se fue de vacío, pero con la cabeza alta.

La corrida de Ana Romero tuvo ese sello suyo tan característico: fondo seco, movilidad medida y embestidas que hay que trabajar. Un encierro de los que hacen afición por la exigencia y el compromiso que reclaman. En Azpeitia, ese compromiso se vio, y eso, en estos tiempos, ya es decir mucho.


Ficha del festejo:

📍 Plaza de Toros de Azpeitia (Guipúzcoa)
📅 Segundo festejo de la Feria de San Ignacio 2025
👥 Tres cuartos de entrada
🐂 Toros de Ana Romero, bien presentados, con cuajo, duros, exigentes y con genio. Mejor el quinto, más deslucido el tercero.

🎭 Morenito de Aranda: vuelta al ruedo y oreja
🎭 Damián Castaño: palmas y silencio
🎭 Molina: ovación y oreja

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