Albacete volvió a demostrar esta tarde que el toreo, además de arte, es generosidad. La XXXV edición del Festival a beneficio del Cotolengo, institución benéfica del Sagrado Corazón, se celebró con una mezcla de emoción, torería y reconocimiento a los que han hecho grande esta cita solidaria. El recuerdo imborrable de Dámaso González —alma de este festival desde sus inicios— fue el hilo conductor de un acto que comenzó con la entrega de una placa conmemorativa por parte del alcalde de la ciudad, Manuel Serrano, a Feli Tarruella, esposa del maestro, acompañada de ramos de flores a miembros del Cotolengo.
Abrió la tarde Rubén Pinar con un ejemplar de Ojailén, bien presentado y de buen juego. El de Tobarra demostró por qué sigue siendo uno de los nombres imprescindibles de la tierra: técnica limpia, muñeca templada y una faena sólida y progresiva por ambos pitones, destacando las tandas al natural. Remató con circulares ceñidos antes de dejar una estocada algo desprendida. Dos orejas ganadas con torería y cabeza.
Le tocó en suerte a Diego Carretero un toro de Albarreal áspero y sin clase. Rebrincado y con la cara alta, impidió cualquier atisbo de lucimiento. Aun así, el albaceteño no se dio por vencido, mostró actitud y oficio, y acabó su actuación con una estocada tras pinchazo. Oreja de mérito a la entrega. Destacó con el capote y en banderillas, sobre todo en el primero.
Ante un gran novillo de Daniel Ruiz, Molina lo recibió de rodillas con verónicas de categoría y cuajó una buena faena . Al natural alcanzó cotas de profundidad, y cerró con un redondo de nota. Aunque pinchó antes de la estocada honda, cortó dos orejas que valen más por el conjunto que por la estadística , destacado el debut de José María Arenas como subalterno en su cuadrilla.
El cuarto fue el lunar ganadero de la tarde: un manso bastote y sin entrega. Sergio Felipe, con escasa rodaje, puso todo de su parte para extraerle lo poco que tenía, cerrando con manoletinas muy ajustadas. Se tiró con fe en la suerte suprema tras un pinchazo, logrando una buena estocada que le valió una oreja a la entrega.
Alejandro Peñaranda, sigue sumando argumentos para que el toreo albaceteño tenga futuro. Se entendió a la perfección con un buen ejemplar de Los Chospes, dejando una faena cargada de empaque y pureza, tanto al derecho como al natural. Terminó con bernardinas y tras dos pinchazos y una buena estocada, se llevó una oreja que pudo ser doble. Atención a este joven.
Y como broche, el joven Álvaro Castillo, alumno de la Escuela Taurina de Albacete, dejó detalles muy ilusionantes frente a un encastado eral de Nazario Ibáñez. Dos largas cambiadas de rodillas para abrir y un susto por revolcón que no le sacó del compromiso. Brindó a Molina y se mostró firme, especialmente con la derecha, donde. Pinchazo, estocada que hizo guardia y otra efectiva para cortar una oreja.
Una tarde de toros con aroma de tierra y de memoria. Una plaza que honra su historia y no olvida a quienes lo dieron todo por la fiesta y por los más necesitados. Albacete volvió a demostrar que el toreo se une con la solidaridad.
Ficha del Festejo
Albacete. Domingo 25 de mayo de 2025. XXXV edición del festival a beneficio de la institución benéfica Sagrado Corazón (Cotolengo) de Albacete. Entrada: Un cuarto de plaza .Novillos por este orden, Ojailén, Albarreal, Daniel Ruiz, excelente, Albarreal, Los Chospes y un eral de Nazario Ibáñez.
Rubén Pinar, dos orejas;
Diego Carretero, una oreja;
José Fernando Molina, dos orejas;
Sergio Felipe, una oreja;
Alejandro Peñaranda, una oreja;
Álvaro Castillo, alumno de la Escuela Taurina, una oreja.